lunes, 6 de mayo de 2013

Mi cuerpo te aclama

Tengo sed de vos, de tu cuerpo, de tu olor, de tu sabor. Hambre de tu boca y de esas caricias que me llevaban el alma hacia otro universo. Soy adicta a tu recuerdo
Encontré similares a vos, pero ninguno igual, me estas dando demasiado tiempo para olvidarte, ya no quiero esperarte, quiero que estés acá y que me cantes como hacías antes.
Por costumbre he encontrado músicos, o ellos me encontraron a mí. Sumergirme en otras camas fue saludable, innovar nuevas posiciones, diferentes juegos, otros olores y sabores fue bueno, pero no tanto como vos. Porque a pesar de esas cejas pobladas, de tus granos de adolescente, de tu pelo pajoso y tu figura encorvada sos el que mejor sabe acariciarme, hablarme al oído y después penetrarme hasta el desgaste.
Aunque estoy segura de que no te importé más que por lo fácil que te hice todo, nada de 'te amo' ni de celos, nada de eso acordamos, y cumplimos. No te lo dije, pero ella era mi envidia. Siempre voy a querer ser esa que saques a pasear de la mano, a la que le des un beso enfrente de todos tus amigos y a la que le dediques textos públicos, como a ella. Igual, no la pasé mal, por eso te quiero de vuelta, me quiero de vuelta.
Sabes que nos quedan camas pendientes, hoteles nuevos a donde podemos escaparnos, ciudades llenas de desconocidos donde no habría por qué ocultarme. Volve y viajemos. Llévate esta soledad que aplasta y estos mocosos que tratan de alcanzarte y pretenden ayudarme a olvidarte. 
A pesar del tiempo aún hoy te necesito g.